SOBRE MÍ

Soy Ana, y desde pequeña me ha gustado mucho dibujar, pintar, crear con
las manos. Recuerdo pasar horas pintando y recortando mis muñecas
recortables. Ahora pienso que, sin yo saberlo, ahí nació mi pasión por el
decoupage.


Durante muchos años fui a clases de dibujo y pintura en Irún y más tarde, a
talleres de manualidades en Hondarribi. Aquellas tardes eran mi momento de
desconexión, de olvidar la rutina… Allí aprendí a hacer decoupage y desde el
primer minuto, me fascinó la técnica.


Cuando nacieron mis hijos dejé las clases pero seguí con el decoupage.
Decoraba platos para mí, para mis amigas. Y Le Muguet surgió por
casualidad.


Con una amiga nos apuntamos a un market un verano en Hondarribi con más
vergüenza que expectativas, y Los Muguet gustaron. Después surgieron más
markets: Bilbao, Donosti… Y poco a poco, lo que empezó como una afición
se ha convertido en una forma de vida donde mi marido y mis amigas son
una parte fundamental. Han estado presentes desde los primeros pasos de
este proyecto. Le Muguet no sería lo mismo sin ellos: me acompañan a las
ferias y markets, me aconsejan en la elección de los papeles e incluso me
“prestan” sus casas tan bonitas para los shooting.


Vivo en la frontera y todos mis estudios los he hecho en Francia. Esa
influencia de la cultura francesa -su art de vivre, su forma de cuidar lo
cotidiano, su elegancia sencilla- marca profundamente mi manera de crear y
la elección de los papeles para mis platos. De hecho, Le Muguet es un
nombre francés. En Francia, el 1 de mayo se regala un ramillete de muguet
(lirio de los valles) a familiares y amigos para desearles buena suerte y
felicidad. Mis platos Le Muguet nacen con la misma intención: un detalle
especial que deje una huella bonita en quien lo recibe.


Le Muguet es el reflejo de mi historia, de la importancia de mi familia y mis
amigas y de mi vínculo con la cultura francesa. Y sobre todo, Le Muguet es
alma.